Entre tantas técnicas que existen para reducir la grasa localizada están los masajes reductores o estéticos que presentan una serie de ventajas, por ejemplo: ayudan a eliminar toxinas, tonifican zonas flácidas y mejoran la circulación de la zona afectada.
Claro está, que como con cualquier rutina que se adquiera para adelgazar, los masajes requieren de constancia, ya que los resultados se verán paulatinamente, además, es necesario complementarlos con una alimentación sana, ejercicio y tomar mucha agua. Y para obtener un mejor resultado, los masajes se pueden combinar con cremas reductoras, que también ayudan a deslizar las manos en el momento del masaje.
Es normal que los masajes reductores causen algo de dolor, hematomas, zonas rojas, inflamación, y es recomendable asistir a sitios de estética reconocidos para evitar algún tipo de lesión.
Los masajes reductores aflojan la grasa localizada y hacen que el cuerpo la elimine, funcionan mucho mejor con un drenaje linfático o moldeo, pero es importante el ejercicio para tonificar el músculo, además, es recomendable realizarlos de abajo hacia arriba, es decir de los pies hacia la cabeza, para poder moldear el cuerpo y fortalecer el tejido, y al terminar el masaje es bueno aplicar una loción reafirmante.
Los masajes reductores deben realizarse con las manos girando en la forma de las manecillas del reloj, la presión y la fuerza debe ir aumentando a medida que se avanzan las sesiones, de esta forma el organismo empezará a movilizar la grasa, cada sesión deberá ser de 30 minutos y preferiblemente realizarlos espaciados, es decir dos veces por semana.
Una vez obtengas el resultado que deseas, por salud y estética continúa practicando algo de ejercicio y alimentándote balanceadamente para no perder lo logrado.
