EL BAÑO DE AGUA Y LA BELLEZA.

El baño diario, además de ser una costumbre muy sana, es un hábito que genera una sensación de placer y bienestar, y, dependiendo de cómo lo prefieras, así mismo recibes diferentes beneficios para el cuerpo y la mente. La manera en que se toma el baño puede variar según el clima, la finalidad, incluso según la edad, estado de ánimo o actividad que realice cada persona, pero en todo caso, es una experiencia muy reconfortante.

Baño de agua fría, refrescante y saludable:

Si prefieres el agua fría, hidratas tu piel, la exfolias y la purificas y si mejor aún, practicas ejercicios, se intensifican mas los beneficios tonificándola, sobre todo en partes localizadas como el rostro, el busto y los glúteos.  De igual manera, dejando caer el chorro de agua por las piernas, se previene la aparición de vasitos y se mejora la circulación sanguínea contribuyendo así a tener unas piernas hermosas.

En cuanto a binestar se refiere, nada mejor que un baño de agua fría, pues este fluido maravilloso, aumenta la producción de glóbulos blancos, estimulando de esta forma las defensas del organismo principalmente contra enfermedades respiratorias. El agua fría aumenta el metabolismo y en los hombres mejora la calidad y la producción de espermatozoides. Bañarse con agua fría de pie ayuda a drenar las articulaciones, el rostro y el cuerpo en general.

El agua fría es ideal en las mañanas, ya que despierta los sentidos y llena de energía que se convierte en eficiencia a la hora de las labores diarias, aparte de esto, contribuye con un estado mental sereno y controlable, y como si fuera poco ayuda a combatir la depresión.

Para beneficiar la circulación, es recomendable empezar el baño de agua fría por los pies e ir ascendiendo hasta la cintura, en la parte superior empezar por las manos e ir subiendo por los brazos hasta llegar al pecho.

Baño de agua tibia, relajante y terapéutico:

El baño de agua tibia (de 37° a 38°) combinada con esencias de eucalipto, manzanilla, verbena, tilo o naranja, es recomendable para personas de edad avanzada o que tienen una condición especial como reumatismo, dolores musculares, calambres, insomnio o tensión nerviosa, ya que calma los nervios, disminuye los calambres y los dolores musculares, además, gracias a la sensación agradable que produce, ayuda a relajar la tensión del día y a conciliar el sueño. Para las personas que presentan problemas en la piel y en el aparato locomotor, el baño de agua tibia en conjunto con sales minerales como potasio, sodio, calcio, magnesio o silicio, es ideal, pues tiene efectos antiinflamatorios, antisépticos, sedantes y relajantes. Un baño de agua tibia evita los cambios bruscos de comprensión de los capilares a nivel de la piel y equilibra la temperatura del cuerpo.

Por las anteriores características, es recomendable tomar el baño de agua tibia en horas de la noche, ya que de lo contrario produce la sensación de somnolencia y pereza durante el día y su duración debe ser entre los 20 y 30 minutos, pues cuando es prolongado y constante puede resecar la piel, además dilata las venas.

Baño combinado, exfoliante y tonificante:

Este tipo de baño, en el que se empieza con agua tibia (de 35° a 36°) y se termina con agua fría, es ideal tanto para el día como para la noche, ya que, mezclado con aromas tónicos y vivificantes como menta, romero, lavanda, pino y salvia, ayuda a exfoliar y tonificar la piel debido a que el agua tibia abre los poros y elimina toxinas y el agua fría cierra los poros tonificando la piel y terminando con una sensación de frescura y bienestar. Su duración debe ser máximo de 10 minutos.

La hora del baño es un momento muy personal e íntimo y como tal debe tomarse; además, el agua es un regalo de la naturaleza y debemos sentirnos agradecidos de contar con este elemento que es esencial para la supervivencia del ser humano.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...